Esta crisis nos ha enseñado dos lecciones sobre la ley hipotecaria:
- Media España ya sabe dónde va la hache en la palabra desahucio (la otra media está formada por la clase política y los banqueros y todavía no se ha enterado).
- La esclavitud vuelve a estar de moda entre los banqueros del siglo XXI: quieren tu casa, quieren que pagues de por vida, quieren tu vida.
Es demasiado para el ciudadano escuchar al presidente-programado-contra-su-programa aseverar en el debate del estado de la (indig)nación que no apoyará la dación en pago. Mientras, una buena parte del país opina lo contrario: la gente se suicida ante la perspectiva de perder la casa y seguir debiendo cifras millonarias. Nuevas formas de esclavitud. Otros, combaten esta injusticia social con sus propios medios. Que a nadie sorprenda que dentro de un tiempo plataformas como Stop Desahucios reciban premios por su labor, han iniciado una vía que por días parece imparable.
Por eso, noticias como la de que un bombero se niega a cortar la cadena para desahuciar a una anciana nos emocionan. A partir de este gesto, parques de bomberos de Madrid, Murcia, La Rioja, Cataluña, Canarias, Valencia… (suma y sigue) han seguido el ejemplo y han declarado su objeción ante las órdenes de desalojar personas. Dicen que ellos están para ayudar a las personas y salvar vidas, no para hundirlas. Se amparan en su función como servicio de emergencias, la ley permite abrir una vivienda en casos de urgencia. Antes que los bomberos, el colectivo de cerrajeros fue el primero en negarse a colaborar en desahucios. La presión popular también actúa a su favor y se recogen firmas de apoyo. Dignificante. Ejemplar.
Se estaba arruinando la vida de las familias y nosotros hacíamos de verdugos. Eso nos creaba situaciones de tensión y malestar.
David Ormaechea, presidente nacional de la Unión de Cerrajeros de Seguridad.
Llevo 15 años salvando vidas, no voy ahora a destrozarlas.
Juan Carlos Martínez, jefe de dotación en Tres Cantos (Madrid) y portavoz de CSI-F.
La justicia social contra los desahucios ha prendido la mecha en los parques de bomberos de toda España.