En la edición de 2013 del The SundanceFilm Festival (EEUU) se presentó el documental We Steal for Secrets: the Story of WikiLeaks, dirigido por Alex Gibney, un director especializado en documentales de investigación sobre casos controvertidos como los abusos sexuales de la Iglesia católica o las torturas de civiles en Afganistán.
Este documental se centra en el tema de la censura informativa, al contrario que la mayoría de medios que acaban hablando más del personaje Assange que de la causa que abandera, algo que evita este documental. Tal vez, algún día, Julian Assange será reconocido como un héroe civil que luchó (y fue perseguido por ello) contra la censura gubernamental y el derecho del ciudadano a conocer la verdad sobre lo que hacen los gobiernos. Habrá que estar atentos porque el documental será estrenado en los próximos meses.
En 2010 ya se estrenó un documental imprescindible de la televisión sueca SVT llamado WikiRebels (activa los subtítulos en la barra de YouTube para verlos en español).
Food Inc. es un documental de 2008 de Robert Kenner, que critica fuertemente los métodos de la industria alimentaria estadounidense y el poder que acumulan las pocas compañías que controlan el mercado de alimentos. El documental examina tanto la producción de carne como de grano y verduras, y cómo ha ido cambiando en las últimas décadas.
También analiza la repercusión que está teniendo en la salud de las personas la precarización de las condiciones de manipulación de alimentos y el uso de químicos (pesticidas y fertilizantes con base de petróleo), así como el trato dispensado a los animales, los trabajadores y los granjeros. Las principales compañías denunciadas rehusaron hacer declaraciones para el documental, e incluso impidieron filmar en algunas instalaciones.
Por otro lado, muestra ejemplos de personas que se indignan ante la impotencia de los granjeros y los consumidores y que deciden poner en práctica otras técnicas de agricultura y ganadería. Finalmente, hace un llamamiento a todos los consumidores para que, con actitudes y sus compras, decidan la calidad de la alimentación.
Puedes votar para cambiar este sistema. Tres veces al día. Puedes cambiar el mundo… con cada mordisco. ¿Tienes hambre de cambios?
Terrados es una película de Demian Sabini, realizada en 2011 con un presupuesto de 12.000 €. Trata sobre las actitudes de la generación de treinteañeros ante la crisis y sus formas de evasión.
Seth Davis deja sus estudios para montar un casino ilegal en su casa, donde conoce a un agente de bolsa que le introduce en una empresa de corretaje que busca jóvenes sin formación ni estudios. Tras un periodo de prácticas, y bajo la promesa de sueldos millonarios, se convierte en agente operando siempre por teléfono y empleando dudosas tácticas para convencer a los clientes de que invirtertan. Cuando observa sospechosas prácticas de sus jefes, además de angustiado por la relación con su padre —que es juez—, comienza a dudar de la legalidad de su trabajo actual comparado con el anterior.
El informador (Boiler Room) fue dirigida y escrita por Ben Younger en 2000; con Giovanni Ribisi en el papel protagonista, junto con Vin Diesel, Nia Long, y unos cameos de Ben Affleck. Aunque un tanto irregular en la narración, sin profundizar excesivamente en algunos puntos interesantes, hay que destacar cómo muestra que todo es apariencia en el negocio del dinero, la forma engañosa de operar de agentes de bolsa sin escrúpulos y el caso paradigmático de un padre de familia que cree invertir convenientemente sus ahorros. Algo que por desgracia nos suena y lleva pasando desde hace décadas.
Año 2008. Bear Stearns, Freddie Mac, Fannie Mae, Lehman Brothers, AIG. Si quieres conocer qué se coció en los días previos y posteriores a su caída, quiebra o intervención, según el caso, Too Big To Fail —Malas noticias como se tradujo en España— nos adentra en un laberinto de políticos, banqueros, consejeros e inversores. Tanto es así que se hace necesario conocer cómo funciona la política estadounidense y los papeles que juegan sus diversos actores para no perderse en la narración.
A un lado, están el Secretario de Estado del Tesoro, Henry Paulson, ex presidente de Goldman Sachs, político; el Presidente de la Reserva Federal —su banco central— Ben Bernanke, que aún continua en el cargo; y el entonces Presidente del Banco de la Reserva Ferderal de Nueva York Timothy Geithner, que ahora ocupa el puesto de Paulson. Al otro lado de la mesa, los presidentes, directores y consejeros de los bancos privados de inversión, y otras grandes entidades financieras: Goldman Sachs, JP Morgan, Merrill Lynch, Morgan Stanley, State Street, Wells Fargo…
La crisis inmobiliaria —las famosas hipotecas subprime— se precipita, los mercados no se aplacan y es necesario encontrar una solución legal contrarreloj para evitar el colapso total de todo el sistema financiero estadounidense, y por la globalización, del mundial. El resto es historia conocida.
Fue dirigida en 2011 por Curtis Hanson, que contó con William Hurt, Paul Giamatti, Billy Crudup y Topher Grace entre una larga lista de intérpretes. Cumple su cometido como dramatización del origen de una crisis que empezó siendo financiera, y ha acabado afectando al todo el mundo y a todos de sectores productivos. Aunque sobra tanto traje y se hecha en falta un poco más de contexto social real.
Por cierto, un dato curioso: el Presidente de EEUU del momento, George W. Bush, no aparece en toda la narración ni toma ninguna decisión de relevancia.
Buddy Fox es un joven agente de bolsa que tiene prisa por ascender. Fija su objetivo en Gordon Gekko, un agresivo inversor al que Fox admira. Cuando comienza a trabajar para él, va descubriendo las poco éticas tácticas que Gekko emplea para ganar dinero. Cuando se presenta la oportunidad de adquirir la aerolínea Blue Star donde trabaja el padre de Fox, ya es demasiado tarde para salirse del juego.
Varios años después, Jake Moore, otro joven agente trabaja en un banco de inversión que se ve afectado por activos tóxicos y finalmente es absorbido por un competidor. Moore, que es novio de la hija de Gordon Gekko, descubre que su nuevo jefe Bretton James ha especulado empleando nuevas prácticas de ingeniería financiera ilegales. Además es un antiguo enemigo de Gekko, que regresa para intentar recuperar su posición, aunque para ello usa a Moore como puente para llegar hasta su hija.
La codicia es buena.
Yo no creo riqueza, yo «poseo». Nosotros hacemos las normas, las noticias, la guerra, la paz, el hambre, el precio de una hoja de papel. (…) No serás tan ingenuo que creas que vivimos en una democracia.
Ambas películas fueron rodadas por Oliver Stone. La primera (1987) contó con Michael Douglas, cuya interpretación le valió un Óscar, Charlie Sheen, Daryl Hannah y Martin Sheen. Acusa el paso del tiempo, tanto por la estética tan ochentera como por el ritmo narrativo, pero muestra claramente una forma de hacer negocios en que primaba el beneficio instantáneo sobre la economía productiva.
La segunda (2010) está protagonizada por Shia LaBeouf, junto al propio Douglas, Carey Mulligan y Josh Brolin, con un breve cameo del propio Sheen de la primera parte. Al ser más reciente, incorpora varias tramas y nuevos elementos que hacen patente la sofisticación a la que se ha llegado en el mundo financiero. Lamentablemente su final es un tanto decepcionante, por excesivamente edulcorado.
LA PRÓXIMA SEMANA: Malas noticias (Too Big To Fail).
Continuamos nuestro ciclo de cine de ficción empresarial con The Company Men, dirigida en 2010 por John Wells y protagonizada por Ben Affleck, Chris Cooper y Tommy Lee Jones.
En una gran empresa norteamericana, se produce una reestructuración de empleo para mantener los beneficios. Varios altos ejecutivos de éxito que dedicaban sus vidas por completo a la empresa son despedidos. De pronto se dan cuenta de que no pueden seguir con su elevado tren de vida, algo que cada uno encajará de manera diferente.
Aunque su marco de referencia es el estilo de vida americano, su temática y tratamiento nos recuerda a la española Los lunes al sol (2002). También porque su enfoque no es tanto el mundo empresarial y la recesión, sino las relaciones de los que se han quedado en paro —aunque fueran directivos—, y el retorno a la vida familiar junto a la construcción de una nueva vida desde cero.
Comenzamos este mes un ciclo de cine de ficción sobre el mundo financiero y empresarial con la magnífica Margin Call.
Si no fuera porque aun seguimos viviendo las consecuencias de esta crisis mutante que todo lo devora, esta película sería un estupendo drama de financieros de Wall Street. Pero es algo más, porque permite ver cómo se percibe desde la propia época de los hechos narrados uno de los hitos con que arrancó todo: la caída en 2008 de Lehman Brothers a causa de las hipotecas subprime.
La narración transcurre en las pocas horas desde que un joven analista financiero descubre la quiebra técnica de su compañía, a partir de un estudio inconcluso de su jefe al que acaban de despedir, hasta que los directivos toman la decisión de deshacerse de todos los activos tóxicos, lo que provoca la caída del mercado.
La codicia desmedida, las luchas intestinas, las dudas éticas y la falta de escrúpulos campan a sus anchas entre los ejecutivos de la compañía. Se echa en falta el reflejo de lo que supuso —y supone todavía— para millones de personas esas decisiones que prepararon y provocaron el estallido de la crisis… aunque eso daría para mil películas más.
Si recuerdas cuando se produjo la caída de Lehman Brothers (aunque en la película no es nombrada como tal directamente), desde España aquello nos parecía lejano, algo que no nos afectaría porque teníamos el sistema bancario más sólido del mundo sin exposición a las hipotecas subprime. Sin embargo, nuestra propia burbuja inmobiliaria y la globalización de las finanzas acabarían hundiéndonos hasta no sabemos todavía qué punto…
LA PRÓXIMA SEMANA:The Company Men.
MARGIN CALL
Roadside Attractions (EEUU)
J. C. Chandor, director
Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Zachary Quinto, actores